Google ha anunciado la mil veces filtrada existencia del Pixel 4a, su móvil de gama media cuyo lanzamiento se ha retrasado infinidad de veces por culpa de la crisis del COVID-19. Pero las cosas buenas se hacen esperar, y el Pixel 4a es uno de los móviles que más me han gustado en mucho tiempo.
Se anuncia hoy, 3 de agosto, pero estará disponible sólo en color negro a partir del 10 de septiembre en España, si bien en la tienda oficial de Google sólo podrá adquirirse a partir del 1 de octubre. Una estrategia peculiar, como poco.
Hay tres razones por las que me gusta tanto, que ya podéis anticipar por el titular: tiene un cuerpo muy pequeño, con una pantalla OLED de 5,8 pulgadas al más puro estilo del iPhone 11 Pro, lo que de por sí ya lo convertiría en un móvil excepcional porque en el mundo Android apenas nadie apuesta por los móviles pequeños.
A esto, se suma que un precio de 389 euros y el hecho de que hace las mismas estupendas fotos que su hermano mayor, el Pixel 4, lo que en otras palabras significa que deja en la cuenta a móviles que cuestan el doble o más. Dato curioso: en otros países europeos, como Francia o Alemania, cuesta más barato incluso, 349 euros. Google no supo responderme por qué.
También podría incluir una cuarta cosa buena: tiene una entrada de auriculares de las tradicionales, de las de antes, de las de verdad, de las de 3.5mm. La razón por la que Google ha hecho esto, casi a la vez que anuncian sus nuevos auriculares bluetooth en España, pues no la conozco, pero me parece bien.
Personalmente, estos tres elementos son un caballo ganador y convierten al Pixel 4a en un móvil excepcional incluso si el OnePlus Nord tiene un precio similar, mejor pantalla, más batería y un procesador ligeramente más potente.
El Pixel 4a tiene una batería de 3.100 mAh, adecuada para su tamaño y con capacidad de carga rápida (de 18W), pero pequeña para los estándares de hoy en día, por lo que seguramente tengas que cargarlo al acostarte todos los días pese a que el software de Google sepa gestionarla bastante bien. Su pantalla no integra los 90hz tan populares hoy en día, si bien a mí esto me parece algo de lo que se puede prescindir sin miedo.
Y el tema del procesador casi es comprensible. Se trata de un móvil por debajo de 400 euros, se puede entender que esto ocurre, lo que pasa es que es una lástima que no hayan llegado al nivel del OnePlus Nord, que hasta tiene 5G. Por lo menos, no se queda corto en RAM, con los 6GB que parecen obligatorios ya a estas alturas; ni en almacenamiento, pues integra 128GB.
Pero incluso con estas limitaciones, considero que el Pixel 4a es uno de los mejores móviles que vamos a ver en 2020 porque cumple con todo lo que yo le pido a un teléfono ahora mismo: que no se pase de caro y que haga buenas fotos. Y encima, lo puedo usar con una mano.
A veces se me olvida lo cómodo que puede ser un teléfono, sobre todo si tienes manos grandes, cuando lo usas con una sola mano. Dado que Google ha apostado por los gestos para ir hacia atrás o a la ‘home’, jubilando de una vez por todas los clásicos botones de la barra inferior de navegación, esto es incluso más cierto ahora que antes. Ojalá se volvieran a poner de moda los teléfonos pequeños, algo que sé que nunca pasará por las limi
La calidad de la fotografía se debe más al software y la ingeniería de Google que al número de cámaras, que es un reclamo de marketing en el 90% de los casos más que algo útil de verdad para el usuario final. Aquí no hay zoom de 50 aumentos ni grandes angulares ni ‘macros’.
El Pixel 4a tiene una sola cámara trasera normal y corriente de 12 megapíxeles, nada del otro mundo, similar a la de otros muchos móviles de gama media; pero analiza y procesa las imágenes maravillosamente, dando como resultado fotos con un balance de blancos más agresivo que la del iPhone (lo que no necesariamente es bueno), una nitidez envidiable y unos resultados en situaciones de poca luz que casi parecen mágicos.
El procesado de la foto es algo lento comparado con otros móviles, culpa del procesasdor. Te da tiempo a previsualizarla mientras está ocurriendo ‘la magia’, pero no es algo grave en mi opinión y se hace llevadero porque los resultados siempre son excelentes.
Esto, en un móvil de menos de 400 euros, recuerdo, lo que debería ser un claro mensaje a Huawei, Samsung, Xiaomi y muchas otras compañías que no consiguen los mismos resultados pese a los cientos de megapíxeles sumados entre sus dos, tres y cuatro cámaras traseras, salvo que les instales la app de la cámara de Google ‘destrangis’.
La magia del software del Pixel 4a no es tan potente en el vídeo, que es mucho más difícil de procesar que la imagen estática; y tampoco es un móvil que me haya sorprendido por sus selfies, por lo que en este apartado vuelvo a recordar que estamos ante un teléfono de gama media. Pero al menos mantiene el nivel en el modo noche, que es por software también y que, aunque tarde un poco más que en el Pixel 4 en hacer el procesado, sigue dando muy buenos resultados.
Su cámara frontal es la responsable del diseño del teléfono en gran medida, que tiene un contorno relativamente grueso que recuerda mucho a los iPhone desde el modelo X, con la salvedad de que no tiene una ceja, un ‘notch’, sino el agujero de la cámara frontal en su esquina superior izquierda. Hubiera estado mejor tener ese hoyo en el centro, como en los móviles Samsung, pero bueno.
Puestos a sacarle pegas más importantes, es una lástima que el Pixel 4a no tenga algún sistema rudimientario de escáner facial para desbloquear el móvil y recurra al ya algo anticuado lector de huellas en la parte trasera. No lo tiene integrado en la pantalla, como es la moda ahora, si bien es cierto que funciona mejor y más rápido que la mayoría de los que sí lo están.
Y tampoco me gusta que llegue con Android 10, cuando está claro que Android 11 se lanzará más pronto que tarde y Google ya podría haber aprovechado el lanzamiento de su mejor móvil desde el primer Nexus 5 para hacerlo oficial del todo.
Sí, no me da ninguna vergüenza decir algo así: el Pixel 4a es el teléfono de Google que más me ha gustado desde los tiempos del Nexus 5, que recordamos con tanto cariño por su buen equilibrio de precio, rendimiento y diseño. No está nada alejado de lo que yo destaco de este nuevo teléfono. Menos de 400 euros, buena cámara, buen diseño y un rendimiento más que suficiente.
La próxima vez que alguien te pregunte, querido lector más o menos entendido en esto del mundo de la tecnología, que quieren «un móvil que haga las fotos del iPhone, pero no cueste tanto dinero», como yo escucho casi todas las semanas de algún amigo o familiar; la respuesta es sencilla: o se compran un iPhone SE o se compran el Pixel 4a. Bueno, vale, también podrían comprar el OnePlus Nord, pero lo de las fotos no es tan cierto.