Del mismo modo que el iPhone lo ha sido muchos años, los móviles de Samsung se han convertido en teléfonos aspiracionales. Aunque parecía que Huawei iba a robarle el trono hace un par de años, por varios motivos (Trump, uno de ellos), no ha sido así. El Samsung Galaxy Note 20 Ultra 5G es a lo que debería aspirar a ser todo teléfono Android, salvo por una cosa.
Como móvil aspiracional, el precio también tiene que ser algo a lo que aspires a poder pagar. A 1.309 euros en su versión de 256GB de almacenamiento y a 1.409 euros en su versión de 512GB, el Galaxy Note 20 Ultra 5G es el móvil más caro del mercado Android con una amplia diferencia.
Tiene todo lo que se le pueda pedir a un teléfono a cambio, claro está. Su pantalla AMOLED es inmensa, de 6,9 pulgadas, resolución QHD+ y tasa de refresco de 120hz. Es tan buena que creo que se ve mejor que la mayoría de televisores actuales, si bien confiere al teléfono un tamaño que incluso para mis grandes manos empieza a ser demasiado grande.
Bajo esa pantalla, un procesador Exynos 990, el más potente de los que hace Samsung, pero lejos en rendimiento del Snapdragon 856+ que llevan los modelos de otros países. ¿Por qué Samsung vende en España una versión inferior de su móvil? Ojalá supiera la respuesta.
Sea como fuere, también tiene también conectividad 5G, 12GB de memoria RAM, dos opciones de espacio (256GB/512GB) y una batería de 4.500mAh con carga inalámbrica de alta velocidad que, aunque es inferior a lo que incluía el Galaxy S20 Ultra, debería dar para un día de uso sin problema.
Con todas estas características, puedes estar bien seguro de que el móvil va funcionar a un rendimiento envidiable que pocos móviles consiguen y conseguirán en los años por llegar. A lo que hay que incluir el detalle que hace única a esta gama de Samsung y que ya ningún otro teléfono del mundo incluye: el S-Pen, el lapicerito con el que interactuar con el móvil y que lo hace bastante útil tanto para garabatear dibujos en el Metro como para tomar notas en una reunión importante.
Siempre que pienso en el S-Pen, me parece un accesorio prescindible; pero lo cierto es que cuando me toca probar un Note de Samsung, al final acabo utilizándolo más de lo que espero. Como está ahí, al final terminas usándolo para cosas muy específicas en las que los dedos no son suficiente. Este es el único móvil en el que editar textos no es una complicación.
Si todo lo que he dicho te parece un exceso, estás en lo cierto, pero a riesgo de repetirme: este teléfono es aspiracional, casi tanto como los otros grandes móviles de Samsung en estos momentos, el Galaxy Z Fold 2 y el Galaxy Z Flip 5G, dos teléfonos plegables que ojalá sean un adelanto de lo que está por venir en el futuro.
En el tiempo que he estado usando el Galaxy Note 20 Ultra 5G para mi análisis, no he parado de pensar en dos cosas: si realmente necesito un teléfono 5G en 2020 cuando apenas estoy saliendo de casa por culpa de cierta pandemia y si realmente los teléfonos tienen que ser tan grandes.
Creo que muchos estaremos de acuerdo en que un teléfono 5G todavía es un lujo innecesario para el 99% de la población de España, y no sólo porque no nos estamos alejando tanto del router de casa últimamente.
En lo otro, sé que soy de los pocos que piensan que los móviles pequeños, con pantallas entre las 5,8 y 6 pulgadas con una relación de aspecto de 19:9, más o menos, son el mejor formato y que cualquier cosa más grande te terminará haciendo daño en las manos. Para mí, el Galaxy Note 20 Ultra 5G es demasiado grande, incluso si esto incluye bondades como más batería o que el teléfono se caliente menos durante su uso.
En cambio, no pienso que tener tres cámaras sea excesivo. Siempre preferiré una cámara muy buena a tres malas, que es lo que no entienden otros fabricantes, pero no es el caso de Samsung. El Galaxy Note 20 Ultra 5G hace unas fotos maravillosas en todas las circunstancias, sea a contraluz, sea con la mano temblando, sea en una calle a oscuras.
A diferencia de Google, que es todo software, Samsung hace las cosas a lo bruto y te pone cuatro lentes muy avanzadas para que hagan la mayoría del trabajo, si bien su software cada año es mejor y atrás quedan aquellas fotos saturadísimas y afiladísimas de los viejos móviles Galaxy.
El sensor principal de este móvil es inmenso, de 108 megapíxeles que crea fotos de 12 megapíxeles muy detalladas gracias a la tecnología de ‘pixel binning’, que viene a significar que te cogen una foto muy grande con muchos detalles y la dejan más pequeña para recoger toda esa información y que el resultado sea mejor.
Esta lente es la responsable de la magia del teléfono a la hora de hacer fotografías, aunque para presumir delante de tu cuñado, el teleobjetivo con 5 aumentos ‘ópticos’ (no funcionan como un una cámara tradicional, de ahí las comillas) que luego llega hasta los 50 aumentos digitales. Los primeros cinco aumentos dan un resultado magnífico y rico en detalles, si bien a partir de los 10 digitales ya se pierde parte de la gracia de cualquier foto y sólo te sirve, como decía, para presumir de ‘zoom’ ante la gente.
Si eres de hacerte fotos con la gente, te resultará más útil el ‘súper gran angular’ de 12 megapíxeles, que tiene un ángulo de visión de 120 grados para sacar más gente a la vez en el grupo.
Todas las cámaras rinden estupendamente, el móvil las procesa la instante y los resultados son más que dignos de un teléfono que cuesta 1.309 euros. La mejor cámara de Android junto con la del Pixel 4, si bien este sólo tiene dos cámaras y en general es mucho peor teléfono.
El Note 20 Ultra 5G también destaca en la grabación de vídeo. Samsung es la única gran compañía emperrada en competir con el iPhone en este apartado y lo consigue con creces, llegando a grabar con estabilización digital a 4K y 30FPS, lo que sumado a la calidad de grabación en sí de su software, lo convierten en una cámara de vídeo también muy capaz. Ojo que llega a grabar hasta en 8K y 24FPS, pero esto quizá es pasarse ya de listos.
Este móvil está claro que destaca por sus grandes características, pero también está lleno de pequeños detalles que son la guinda del pastel, como el tacto de su parte trasera, ligeramente rugosa para que no se te resbale de la mano (si eres un loco y no llevas este sueldo de móvil en una funda impenetrable) o el sistema de vibración, que es muy preciso y hace posible que cuando pulsas un botón virtual de encendido y apagado de algo, casi parezca que lo estás haciendo de verdad por la respuesta táctil del móvil.
Y como móvil de Samsung, incluye todo su ecosistema de aplicaciones propias, desde Samsung Pay para pagos sin tarjeta a Smart Things para controlar tu tele de Samsung u otras aparatos, pasando también por otras más inútiles como Bixby, que sigue teniendo su propias acciones determinadas en el botón de encendido y que, por fortuna, se pueden desactivar fácilmente.
Como veis, es muy difícil hablar mal del Galaxy Note 20 Ultra 5G porque es un teléfono casi perfecto. Se le podría pedir más batería, se le podría pedir que no incluyera tanto software que lo mismo nunca usas (Facebook preinstalado, por ejemplo), se le podría pedir que tuviera el Snapdragon en lugar del Exynos en España; pero nada de esto hace mella en un conjunto inamovible de buena pantalla, buena batería, buenas cámaras y buen rendimiento.
Es lo que espero, por otra parte, de un teléfono de 1.309 euros, que sea infalible, prácticamente. Y es el caso. Yo no necesito el 5G para nada, pero agradezco el uso del S-Pen para muchas cosas, como para hacer stories más originales en Instagram o para revisar documentos en el móvil en lugar de en el ordenador.
Pese a su perfección, es complicado recomendar este teléfono para un usuario de a pie, y creo que Samsung entendería esto perfectamente. Mi madre no necesita un móvil tan extremadamente capaz, la mayoría de mis amigos tampoco, casi yo tampoco lo necesito porque uso más el ordenador para trabajar que el móvil. Pero ahí hay fuera un perfil de usuario muy especializado o muy obsesionado con que su móvil lo sea todo para el que el Galaxy Note 20 Ultra 5G es perfecto.