Facebook Parejas, la función de la red social para conocer gente -en un contexto mucho más cercano a Tinder que a la idea de buscar amistades imperecederas-, ya está disponible en España. Funciona como una herramienta dentro de la propia aplicación de Facebook y se vincula a esta cuenta, pero hay que activar la función para que un perfil aparezca entre las sugerencias.
Al crear un perfil en Parejas (Dating, en su versión original) se recogen el nombre de pila y la edad (hay que tener al menos 18 años para utilizarlo) proporcionados a Facebook. Estos datos no se pueden editar y la compañía asegura que monitoriza constantemente los perfiles para evitar suplantaciones de identidad.
Una vez hecho esto aparecerán sugerencias de perfiles que podrían resultar compatibles, pero en este caso no hay que deslizar para aceptarlos o descartarlos; la idea es conocer a la otra persona y comentar sus publicaciones o ver sus fotos sin necesidad de que ambas se hayan gustado.
La idea, según explicó la compañía en un encuentro con medios, es establecer «conexiones significativas», que puede significar tanto que quieren diferenciarse un poco de Tinder en lo que a líos de una noche respecta -especialmente ahora que las noches están confinadas- como que quieren que la gente pase tiempo en Dating… y, en consecuencia, en Facebook.
A pesar de ello, hay diferencias con Tinder. Así, por ejemplo, no es necesario hacer ‘match’ para interactuar con una persona, porque los perfiles tienen fotos, información y hasta historias que se pueden ver o comentar. También se puede iniciar el proceso de las coincidencias, que no será secreto: cada persona puede ver a quién le ha gustado y devolver esta cortesía para establecer la conexión.
Cuando se da este ‘match’ ya es posible mandarse mensajes privados en una interfaz que no permite enviar fotos, vídeos o enlaces. Hay, eso sí, citas virtuales, que es una forma más bonita de decir videollamadas.
Todo está dentro de Facebook, pero, en cierto modo, es ajeno a la red social: los contactos no pueden saber quién utiliza Parejas, no se hacen publicaciones en el muro y el perfil está vinculado al original, pero es paralelo y tiene sus propias publicaciones (o las de Instagram, ya que se puede compartir lo que se sube a la otra red social de la compañía).
La herramienta no mostrará nunca amigos ni, por defecto, amigos de amigos (este punto se puede desactivar) y basará sus sugerencias en la información proporcionada al crear el perfil, la cercanía o el rango de edad (estas preferencias se pueden personalizar) y lo que ya sabe de la persona en base a su uso de Facebook. De Cupido hace el algoritmo que mezcla todo esto.
PASIÓN SECRETA: ¿Y SI…?
A pesar de que esta función separa en todo momento lo divino de Facebook y lo profano de Parejas, hay una suerte de purgatorio al que acuden todos los polvos perdidos, los revolcones soñados y la tensión sexual no resuelta: Pasión Secreta.
Con Pasión Secreta se crea una lista de hasta nueve personas que pueden ser amigos en Facebook o seguidores en Instagram. La idea es resolver esa trama que nunca se exploró y parecía intuirse; Ross y Rachel dos temporadas antes, sin malentendidos y tras conocerse en la Autónoma.
Si los amores platónicos también están en Dating recibirán una notificación que únicamente les dirá que son el romance secreto de alguien, aunque no de quién. Este dato sólo se revelará si la afección es mutua.
PRIVACIDAD, HAMBURGUESAS Y ANUNCIOS
Dating, que lleva unos meses y 1.500 millones de ‘matches’ disponible en 20 países, camina con pasos torpes por la delgada línea que separa la privacidad y el secretismo de la recolección de datos. Los contactos de una persona difícilmente sabrán si ésta está buscando pareja en Facebook, pero la empresa recogerá su información y los datos que proporcione en su búsqueda de estas conexiones significativas, independientemente de si contempla la conexión para una noche o para las del resto de su vida.
La compañía reconoció en varios momentos que la actividad de Parejas se utiliza para personalizar la publicidad que aparece en Facebook, si bien los representantes no quisieron desarrollar mucho este punto al ser preguntados. Tampoco hay un modelo de negocio, pues esta herramienta es gratuita y no tiene anuncios, aunque es cierto que fomenta el uso de la red social y eso siempre le vendrá bien a la empresa.
Entonces, ¿si hablamos de hamburguesas con uno de los contactos nos podrá aparecer publicidad de este manjar en la red social? La ausencia de un no rotundo parece indicar que o podría ser así o se plantean la posibilidad de que ocurra en el futuro o, como poco, que todavía no han comprendido que con ciertas cosas no valen las medias tintas.
Lo que sí se protegerá -y en esto la firma también incidió bastante- es lo que consideran información protegida, que incluye la religión o si buscamos hombre, mujer o ambos, por ejemplo. Nadie debería salir del armario accidentalmente por un anuncio indiscreto, lo cual es un alivio… pero vuelve a plantear más preguntas sobre privacidad -¿qué es protegido y qué no? ¿Dónde se traza la línea? ¿Lo decide alguien o toma la decisión un algoritmo?- a las que Facebook, de momento, no parece querer dar respuesta.