En 2002 Ben Affleck se comprometió con su entonces novia Jennifer López, con un impresionante y costoso anillo de Harry Winston, sin embargo, la pareja se separó solo un año después.
Cuando Ben le pidió a Jennifer que se casara con él, le dio un diamante rosa de 6.1 quilates en un corte radiante que costó un valor reportado de $ 1.2 millones, (que ahora supuestamente tiene un valor estimado de $ 12 millones de dólares) y resultó ser una gran inversión.
La prensa recoge que Affleck suspendió la boda cuatro días antes alegando la gran presión mediática y un año después rompieron su compromiso. JLo reveló en su biografía que el actor le ‘rompió el corazón’ al cancelar la ceremonia en enero de 2004. En ese año ella vendió el anillo.
Casi dos décadas después la pareja ha vuelto, y, a juzgar por las especulaciones de medios internacional el actor estaría buscando un nuevo anillo para la actriz tras ser visto con su madre e hija en exclusivas joyerías de Los Angeles.
Según Sally Ryder, fundadora de Ryder Diamonds y Diamond Marketplace, el anillo de López iba en contra de las tendencias de la época. En la década de 2000, dijo Ryder, el mercado se inclinaba por los anillos de compromiso de diamante blanco “solitario”, que presentan una sola piedra engarzada en una banda.