Pasan los meses y Snapchat sigue siendo la novia más deseada por todas las grandes empresas de Internet. A pesar de los sucesivos intentos por hacerse con ella, ni Facebook ni Google han podido conseguirlo. Da igual que las cifras sean monstruosas: su CEO no da su brazo a torcer.
Y puede que dentro de poco se arrepienta de no haber aceptado los 3.000 millones que Mark Zuckerberg puso encima de la mesa. Porque a esta aplicación de mensajería que envía fotos y videos que se borran automáticamente pocos segundos después de ser vistos le ha salido un duro competidor que amenaza su reinado entre los más jóvenes.
La aplicación Kik acaba de anunciar que tiene 200 millones de usuarios registrados. Una marabunta que además parece estar encantada, ya que demuestran un mayor enganche con ella que el que tienen los que usan Snapchat. Por comparar el número de usuarios, la app We Chat tiene 470 millones de usuarios en todo el mundo, la aplicación de mensajería de Facebook tiene 500 millones y WhatsApp, 600 millones.
Kik, que tiene todas las papeletas para convertirse en el próximo objeto de deseo de los mastodontes de Silicon Valley y aledaños tecnológicos, podría definirse como el polo opuesto de Snapchat.
Primero, porque su origen no está en California, sino en una pequeña ciudad de Canadá llamada Waterloo. Segundo, porque mientras Snapchat suele estar en boca de todos por motivos no muy positivos -es el arma favorita de muchos acosadores que envían mensajes de odio o sexuales a sus víctimas- Kik es una aplicación de mensajería de lo más estándar que ha seducido a millones de adolescentes en Estados Unidos por lo sencillo de su uso.
Para poder empezar con ella, es necesario dar de alta un perfil, pero no hace falta ligarlo a una cuenta de Facebook o de Twitter. Por cierto, por un fallo en la traducción de la versión española en este paso se solicita ‘un código de uso para Kik’ cuando en realidad se pide un nombre de usuario. Tan solo hace falta inventarse uno que no esté en uso y ya está. Una vez dentro, podremos buscar en los contactos almacenados en nuestro teléfono a aquellos que ya la tengan instalada.
A partir de ese momento, Kik es como otras aplicaciones parecidas. Podremos chatear con nuestros contactos enviándoles mensajes, fotos o videos.También podremos compartir con ellos enlaces a páginas web o a videos de YouTube. Pero lo que de verdad hace atractiva a Kik y diferente es la fluidez con la que funciona. Por ejemplo, crear un grupo de conversación no puede ser más fácil y rápido: con tan solo pulsar en una esquina de un chat se puede invitar a otra persona a que se una a la conversación.
Los adolescentes, rendidos ante ella
Puede que por ese motivo Kik esté enamorando a los adolescentes estadounidenses. Según la empresa de investigación de mercado Magid, los jóvenes de entre 14 y 17 años pasan de media 39 minutos con la aplicación, frente a los 30 que gastan en Snapchat o los 20 que pasan en Facebook Messenger. Kirk también vence a sus rivales más directos en los segmentos de edad de 18 a 20 años y en los que van de 21 a 25 años. La propia compañía asegura que el 40% de los jóvenes de entre 14 y 25 años que tienen un smartphone usan su app, informa yahoo, en su portal.
Quizás por este enganche, los responsables de Kik consiguieran 38,8 millones de dólares en una ronda de financiación que tuvo lugar el pasado mes de noviembre de 2014. Ese dinero se suma a los 30 millones recaudados desde que la empresa se fundó en 2009. Puede que lo próximo sea una megainversión de algún gigante que dispare su valor...